martes, 20 de marzo de 2012

Indi, cuqui, gatito lindo...y sucedáneos

Este es mi gato Indi. Es siamés. Me lo regalaron cuando tenía dos meses y ha estado viviendo conmigo durante 18 años. Es como cualquier otro gato pero con una gran diferencia: me ha acompañado en muchas etapas de mi vida y le he querido con locura. Se vino conmigo cuando me fui de casa de mis padres a vivir en un piso compartido con amigas; se vino también cuando me independicé de mis amigas y me fui a vivir sola. Continuó conmigo cuando me casé y me volví a cambiar de casa, y siguió conmigo cuando me separé y volví a estar soltera.
A parte de eso, me lo he llevado de vacaciones, le he hablado, he bailado con él, me ha visto desnuda (que más de uno quisiera, jeje), me ha acompañado, me ha visto reír, también me ha visto llorar, me ha arañado, me ha lamido, me ha buscado (y yo a él), se ha perdido y lo he encontrado en más de una ocasión, me ha dado alegrías y algún que otro disgusto, me ha hecho enfadar y me ha hecho correr. Ha dormido conmigo más veces de las que puedo recordar y no ha habido un sólo día en que no haya estado siempre ahí.

Hoy hace seis meses que murió. Lo echo de menos. Echo de menos tener la casa llena de pelos. Echo de menos llegar a casa y no dedicar los primeros 5 minutos a buscarlo simplemente para decirle -Hola cuqui, ya estoy aquí. Echo de menos coger un jersey del armario y maldecir en arameo por no poder ponérmelo y llevarlo directamente a la lavadora (tenía la costumbre de meterse en el armario a dormir durante horas y a dejar toda la ropa limpia llena de pelillos blancos) (aunque también valga decir que yo le facilitaba la faena dejándole la puerta abierta) . Echo de menos su olor después de tomar el sol (quien tenga gato me entenderá). Echo de menos acariciarlo (no he vuelto a tocar a ningún otro gato, no por nada, simplemente porque no he tenido la ocasión). Echo de menos sus bostezos. Echo de menos su calor. Echo de menos su presencia. Echo de menos nuestros bailes y nuestros monólogos. Echo de menos tocar las almohadillas de debajo de sus uñas. Echo de menos hasta a la veterinaria!

Hoy hace seis meses que murió. Por eso hoy se merece esta entrada en el blog.


No hay comentarios:

Publicar un comentario