viernes, 26 de octubre de 2012

Recuerda que hubo un tiempo...

Esté donde esté dentro de 20 años...


                                                    ...espero no olvidar qué es lo esencial de la vida.

Tal vez todos deberíamos hacernos un vídeo como éste. Para recordar. Para no volvernos idiotas del todo. Suerte que aún estoy a tiempo (o eso creo). Lástima que no todos puedan decir lo mismo.

lunes, 15 de octubre de 2012

Sobre espirales y líneas

El otro día escuché una teoría interesante. Por esas cosas que tiene la vida coincidí con un tipo, muy agradable y que no conocía, en casa de unos amigos. A lo largo de la cena fueron surgiendo conversaciones varias,  entrando de vez en cuando en terreno personal y otras veces en temas universales de los que nunca, y digo  nunca, mujeres y hombres nos vamos a poner de acuerdo (o eso pensaba yo hasta ese momento porque ese día escuché algo que no había oído nunca, algo diferente, algo que me dio qué pensar, algo que me gustó). Relaciones humanas. Relaciones entre hombres y mujeres. Sobre el porqué las mujeres no entienden a los hombres y viceversa. Sobre qué es aquello que nos hace diferentes. Sobre cómo hablan las mujeres y cómo lo hacen los hombres. ¿Estamos realmente condenados a no entendernos, a vivir una vida juntos sin saber escucharnos, sin saber realmente qué nos está diciendo el otro?
Según Oscar, las mujeres y los hombres no logramos entendernos por culpa de las espirales y las líneas. Cuando un hombre tiene que explicar cualquier cosa lo hace en línea recta. Va del punto A al punto B de la manera más corta posible, sin entrar en filaturas, en detalles, en emociones, en definitiva, sin dar vueltas. En línea recta.
Cuando es la mujer la que tiene que dar la explicación, la cosa varía ya que para hacer el mismo recorrido de A a B lo hace en espiral. Parte de un tema concreto (punto A) y cuando llega al final o a la conclusión de ese tema (punto B) ha pasado por varios temas más, en apariencia sin relación alguna con el inicial, pero sólo en apariencia. Porque si se logra captar por completo y estar atento a toda la explicación, puedes llegar a darte cuenta que todo está interelacionado, que todo tiene un porqué.Y que una mujer, cuando habla, cuando discute, cuando expone unos argumentos, siempre da mucha información sobre ella misma, sobre sus experiencias, sobre sus emociones, sobre aquello que le gusta o disgusta, sobre aquello que le apasiona, sobre aquello que le quita la respiración, sobre aquello que le hace vibrar...
Lo que pasa es que el hombre no es capaz de entender esa forma de hablar en espiral, mucho más poética, mucho más interna. Ni sabe cómo se hace, ni lo entiende. Porque ellos son más directos. Porque cuando un hombre dice A es A. Pero cuando una mujer dice A, también es A, pero antes ha pasado por B, C, D y F si es necesario.
No sé si estamos condenados a no entendernos y a vivir una vida sin escuchar realmente al otro.
Pero lo cierto es que esta teoría me gustó. No sé si me he explicado bien...es que como las mujeres hablamos en espiral...pues ya se sabe...

lunes, 1 de octubre de 2012

Polvo de alas de hada...

Hace un año más o menos (día arriba, día abajo) empecé un nuevo proyecto de "patch" con ropas preciosas   de colores otoñales. Decidí que iba a hacer una bolsa y lo mejor es que decidí que sería para mí (ya había hecho alguna bolsa antes, pero con la idea de regalarlas). Pues a ello me puse, con la ilusión y las ganas que le pongo siempre que empiezo un nuevo proyecto "quiltero" ("quiltero": palabra totalmente inventada por mí procedente de la palabra inglesa "quilt" que significa manta o edredón).
La idea era hacer la bolsa para estrenarla aquel mismo otoño (el de hace un año), pero como suele pasarme con el patchwork, la cosa se alargó un poco.
En general no me importa que los proyectos se me alarguen en el tiempo. Hay temporadas en que tengo muchas ganas de coser y cualquier rato libre que tenga, me pongo a ello. En cambio, hay otras épocas en que, ya sea por trabajo, por pereza o por tener la cabeza ocupada en otros menesteres, dedico lo justo e imprescindible. También hay proyectos en que no puedo dormirme en los laureles, porque son para regalar en cumpleaños o porque son encargos (familiares). Pero, en general, me lo suelo tomar con mucha calma.

La bolsa "quiltera" de colors de la tardor se alargó en el tiempo...pero, además, me agobió más de lo necesario. No es difícil de hacer y no se utiliza ninguna técnica compleja, pero requiere paciencia y tiempo para hacer cada cuadrado (los empecé a coser a mano, y los acabé a máquina, harta ya de ver que no se acababan nunca) y para unirlos entre sí.
Tal vez me cogió en una época en que la paciencia brillaba por su ausencia. No lo sé. Lo que sí es seguro es que la cabeza sí que la tenía en otros menesteres...

A principios de este verano finalmente la acabé. Me ahorré hacer detalles innecesarios (bolsillo interior y otras gaitas). Sólo pensaba en acabarla por fin y perderla de vista durante algún tiempo. Se la quedaron (prestada) en la tienda donde me dan clases y la expusieron en el escaparate durante todo el verano.
Esta semana me la han devuelto. Tantas ganas que tenía de perderla de vista y lo contenta que estoy ahora de poder estrenarla y utilizarla!!
Hace tres meses la hubiera regalado a quien me la hubiera pedido. Hoy no me quiero deshacer de ella.


Ocurre con el patchwork. A veces, con la vida también. El hecho de sentirnos agobiados con algo, con alguien, con algún hecho o situación en concreto, o con la vida en general. Sentir que necesitas alejarte, perderte, esconderte, separarte de aquello que te supera, de aquello que te quita el sueño o el aire que respiras.
A veces sólo necesitas eso: un poco de tiempo, un poco de espacio, una cierta distancia. Es entonces cuando realmente puedes dar una valoración en su justa medida. Sin precipitaciones. Sin condicionantes. Sin arrepentimientos. Con la mente clara. Con el ánimo dispuesto.
Y es entonces cuando sobrevienen las sorpresas. Porque lo que antes equivalía a tres piedras más en la mochila, ahora se convierte en polvo de alas de hada...que te permite reparar de nuevo tus alas y realzar el vuelo.